Existen multitud de opciones para escoger pavimentos para nuestra reforma, dependen del tipo de material, fabricación y acabados. La estética y funcionalidad dependen de cada uno de ellos, aportando y siendo óptimos para diferentes espacios dentro de nuestra vivienda.

¿Qué tipo de pavimentos puedo poner en mi vivienda?

Actualmente es muy recurrente la elección de una tarima laminada, este tipo de suelo aporta calidez, es de fácil y rápido montaje y sobre todo supone un gasto mucho menor que una madera natural.

En esta imagen vemos un ejemplo de montaje. Una vez nivelado el suelo y colocado el aislamiento acústico se pueden ir adaptando y recortando las piezas que sean necesarias, acoplándolas a la geometría de la vivienda. Hay multitud de acabados disponibles, tanto en tonalidades, en texturas, biseles marcados…

Otra opción que nos proporciona continuidad en toda la vivienda, ya que puede instalarse en cuartos húmedos, es el pavimento vinílico. Ofreciendo gran variedad de acabados supone una solución óptima para la instalación en viviendas y locales comerciales.

También podemos optar por otro acabado totalmente diferente un material de aspecto industrial como es el microcemento, es un revestimiento a base de cemento y cuarzo con color de bajo espesor. Con un acabado suave y fino es una opción muy apropiada para darle un toque diferenciador a nuestra vivienda. Se puede aplicar en todo tipo de superficies firmes; suelos, escaleras, paredes…

Seguimos con otra opción que puede aportarnos un aspecto más cálido y sobre todo atemporal. Es un material que aísla tanto térmica como acusticamente. Además nos ofrece gran variedad de acabados y colores, por lo que puede suponer una opción muy válida para determinadas estancias de la vivienda. Aquí os dejamos algunos ejemplos en los que se crean ambientes totalmente llamativos.

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